jueves, 27 de enero de 2011

Supongo que ya sé que pasa, después de pensarlo horas, días, semanas, ya sé que ha ocurrido. Creo que para ti soy como esa muñeca o ese coche teledirigido que te regalaban por reyes, ese día estás totalmente impaciente por abrirlo, por descubrirlo, por jugar con él, por disfrutar al máximo, y te pasas el día entero detrás de él hasta que te obligan a apagarlo, pero cuando pasa un tiempo, con ese coche o con esa muñeca ya has jugado todo lo que querías, ya has descubierto si tiene algún error de fábrica, ya lo has sacado al parque, y te aburre, te aburre jugar con ellos, así que lo dejas en lo alto de la estantería mientras coges otro juguete con el que entretenerte.
Pero la tonta de la muñeca, ingenua, está quieta en lo alto de la estantería, esperando día a día que la vuelvas a coger, que vuelvas a jugar con ella, pero cada vez pierde más las esperanzas.
De todas maneras llegará el día en que la muñeca esté rota y cansada de esperar, y sé que entonces te volverá a apetecer jugar con ella, pero cuando vayas a la estantería a cogerla descubrirás, que a ella ya se la han llevado y que está en otro sitio pasándoselo mejor que antes.


Puede, que ahora solo me veas como una más entre el barullo de gente, puede que cuando este cerca tuyo, no reconozcas mi voz, también es probable que, hallas borrado nuestros cientos de mensajes de tu móvil, diciéndonos palabras que significaron todo, y ahora solo son más que recuerdos, que siguen doliendo, como la última tarde que pasamos juntos. Ahora, y desde que te fuiste, no soy persona, siempre tengo que fingir que estoy bien, a aveces de verdad creo estarlo, pero llegas tú, y, todo se derrumba, y es cuando vuelvo a recordar todo lo que fuimos, y la razón por la que ahora no somos nada.

Hoy es uno de esos días, en los que no te encuentras a tí misma, que sientes ese vacío kilométrico en tu corazón, no tienes ganas de nada, escuchas esa canción y a cada palabra que susurra te sale una lágrima más...Uno de esos días en los que quieres evitar a la gente que te rodea y estar sola y exclusívamente con la gente a la que necesitas, en los que necesitas abrazos, sonrisas, que te mimen y te digan lo tonta que eres por estar así. Uno de esos días en los que agradecerías el esfuerzo de esta gente por hacerte reir, en los que realmente quieres estar a solas con tu corazón y tu mente, cualquier estupidez te anima a caer, y volver a caer, y volverlo a hacer...Esos días en los que confusión conoce a dolor y deciden atentarte. Es el día en el que me siento impotente complétamente, me siento débil, se me acumulan tantas sensaciones, no sé como expresarlas, reviento a llorar, y apenas sé parar...Ese día, nostalgia pura, sensación de que nada me sale como debe, todo se tuerce, ese día...En el que sé perféctamente qué me pasa.

El miedo, solo es una sensación. Nos sentimos desprotegidos, solos. Hay veces en las que te escondes debajo de la sabana, porque aunque sabes que no es un búnquer invencible, es el mejor ahuyentador de pesadillas. Otras veces te despiertas y solo con encender la luz sientes que se han ido todos los males de tu alrededor. Aunque, en este caso, no me refiero a miedo a la oscuridad, a los monstruos malvados y a las pesadillas. Porque yo también tengo miedo durante el día, tengo mucho miedo,. Ahí no está la manta para protegerme, ni más luz que pueda encenderse. Tengo miedo de muchas cosas, cosas que no puedo superar, cosas que parecen insignificantes.. nunca he sabido olvidar, algo o a alguien, de eso también tengo miedo, porque poco a poco va comiéndote la cabeza, o en mi caso, el corazón. Nunca he sabido demostrar todo mi amor, y de eso tengo miedo, porque es algo esencial para que te lo demuestren a ti. Nunca he sabido afrontar mis problemas a la primera, y tengo miedo porque me voy debilitando.. tengo infinidad de miedos, demasiados para contarlos. Pero algo que además tengo es coraje, para superarlos si me lo propongo, y ganas de ser yo la heroína de mi vida.

miércoles, 26 de enero de 2011

Me gustaría ir a París, mientras me subo a lo alto de la Torre Eiffel y veo toda Francia. ¿Después? A Italia, donde me haré la típica foto donde yo, con toda mi fuerza y valentía, sujetaré la Torre de Pisa para que no se caiga. ¿Luego? A Londres, donde intentaré hacer reír a los guardias de seguridad con mis caras más extrañas y mis chistes malos. ¿Siguiente? A Las Vegas, donde me gastaré la ostia de dinero en el casino para no ganar ni un chavo, pero podré decir: ¡Viva a Las Vegas, baby!. ¿Aún más? Pues me iré a Nueva York, sí, y me subiré a la Estatua de la Libertad y veré como todo Manhattan amance. ¿Y por último? Yo siempre digo que lo mejor, para el final. Por último me iré a Los Ángeles. Arrasaré en todas las tiendas de Beverly Hills, mientras me gasto casi todos los ahorros que me quedan en ropa. Luego, en Hollywood, iré mirando cada una de las estrellas del Paseo de la Fama y me haré una foto con la inmensa mayoría mientras sonrío bebiéndome mi Starbucks. También, me haré fotos junto al cartel de Hollywood, señalándolo con una gran sonrisa en mi cara diciendo: Sí, estoy en L.A. Y al final, me subiré a lo alto del mirador y miraré por última vez todo Los Ángeles. Pero cuando vuelva aquí, a España, me esperará lo mejor. Me esperarás tú.

martes, 25 de enero de 2011

Solo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar.

Era mi sueño, como todo lo que es cuando tiene que ver con él, necesitaba que volviera para que mi corazón latiera de nuevo, constantemente, necesitaba sentirle otra vez cerca de mi, como cuando estaba aquí en Madrid aun que no le pudiera ver, y necesitaba, inconscientemente, verle. Quería muchas cosas que iban al más allá, quería una vida junto a él por muy imposible que pareciera, parece y parezca, quería hacerle el padre de mis hijos por muchos años que me sacara, y quería vivir el resto de mi vida compartiéndola con él, pero eso eran mis sueños,y los sueños, sueños son... Por eso me dí cuenta de que pedía demasiado sin pensarlo, y por eso decidí que simplemente sería feliz si él lo era, si veía su sonrisa, aun que también he descubierto que es menos fácil de lo que uno/a se piensa... Porque siento que no necesito nada más en la vida para poder seguir hacia adelante, que despertarme cada mañana y verme abrazada a él, que con una de sus sonrisas es capaz de que salga de un bajón, y sonreír yo también al ver su sonrisa, pero desgraciadamente sé que en este momento... ni él sonríe porque no se ha cumplido su sueño de volver, ni yo soy feliz porque él está triste y porque sé que mis sueños de volver a verle o de tenerle, jamás se cumplirán.
Si al menos tuvieras una mínima idea de las mil y una cosas que tengo por decirte, de todo lo que siento cuando estoy contigo y cuando estas lejos. Si supieras lo que daría por sentarme en frente tuya y contemplarte horas y horas como una tonta, y al fin sonreirte con la más estúpida de las sonrisas. Abrazarte de vez en cuando, y que tu también me abraces. Poderte decir, al oído, lo mucho que te quiero. Quisiera verte despertar, reír, cantar, hacer el tonto, pillar cada uno de tus gestos, memorizarlos, quisiera hasta verte dormido e intentar adivinar lo que sueñas... Quisiera tener tantas cosas en un mismo momento,que no te dejaría respirar si pudiese hacer lo mas insignificante.